1.

    Hace como un mes fuimos de excursión con Rosana, Gema y Pepo, que se ha dejado melena. A hacer una ruta que llaman "la ruta del agua", aunque no entera. Sí lo bastante como para comprobar que es un auténtico espectáculo; se accede por un enorme y antiguo pinar, en el que Bruma ya empezó a mover su pequeño rabo amputado como si fuese una hélice loca, y luego, siguiendo la senda, se contempla durante todo el trayecto un valle boscoso, tupido, que entrando el otoño tiene la gama completa de colores vegetales.

   Apenas hay edificios en el paisaje. Sólo una llamativa construcción de cuatro plantas, que Ana pensó que podría ser el hospital de Fuenfría. Gema le explicó que no, que era un albergue que hace tiempo compraron los de Banesto para hacer convenciones y charlas de esas de ejecutivos, pero que estaba ya semi abandonado. Con cierto mantenimiento para que no se deteriorase del todo, aunque sin ninguna utilidad conocida. "Es una pena, porque la verdad es que daba trabajo a bastante gente del pueblo. Un amigo mío, que es taxista, me contó que cuando dejaron de ir por allí perdió un dineral".

   Me vino a la cabeza Mario Conde, que como es sabido controlaba esa entidad en los ochenta. Fue el banquero de la movida, o el financiero más bien, porque banquero no sé si llegó a serlo en puridad, y no digamos ya con pureza. Después descubrieron sus tinglados y acabó en prisión, y supongo que tenía razón al afirmar que no era el único que andaba con chanchullos indignos y que se lo habían quitado de en medio sólo porque empezaba a resultar molesto. Claro que eso no quiere decir tampoco que fuera inocente. No te haces con el control de un banco siendo inocente. 

   Me pregunté si alguna vez habría estado allí, adiestrando a sus subordinados para que fuesen más incisivos y rentables. Con todos sus defectos el tío tenía una buena labia, y se notaba además que le gustaba exhibirla, sacarla a relucir a la menor oportunidad, ya fuese en la tele o con los aprendices de brujo. De hecho, tengo para mí que toda esa verborrea hechizante fue uno de los factores que provocaron su caída, y que de haber sido más discreto y callado quizá le habría ido mejor. Suele pasar que lo mismo que te encumbra es lo que luego te despeña, virtud y debilidad a la vez, y sobre todo entre personas con los vicios de la autoestima y la ambición. Y del whisky también.

   Di por sentado que sí, que en algún momento andaría entre esos gruesos muros serranos saludando a los mejores vendedores de la firma. "Don Mario, esta es Pepita... Ha conseguido vender más de cincuenta paquetes de fabas en Sigüenza...". "¿De qué?". "Fake Bussines Achivements, nuestro producto estrella...". "Ah, sí... Magnífico, Pepita, sigue así. En la empresa necesitamos gente como tú". "Gracias, Don Mario". "Llámame Mario, por favor. Este es un fin de semana informal, entre compañeros". Seguramente habría encuentros para detallar las nuevas estrategias de marketing, grupos de trabajo para aprender a liderar en equipo, talleres para descubrir que despedir gente puede ser divertido... Todo en un ambiente muy relajado y cordial, ya que la eficacia no tiene por qué estar reñida con el buen rollo, con la mentalidad zen y la ideología de centro, y por supuesto con gratificantes períodos de descanso entre sesión y sesión para intercambiar cifras de mercado y números de teléfono, ventas y ventes entre lingotazos y canapés. Después almuerzos, cenas, excursiones al aire libre, puede que alguna cópula clandestina... Todo muy edificante, puesto que al final el objetivo era construir todos juntos, sin individualismos, como explicó Don Mario en su discurso de cierre del cursillo vip. Naturalmente con una cerrada ovación final y todo el mundo de pie, pirados de entusiasmo, con las pilas a tope para seguir rindiendo en las trincheras del trincar. Mucho más listos que cuando llegaron en el taxi del amigo de Gema a esa mole descomunal - y descomunista, supongo - hoy sin utilidad conocida, pero que todavía se mantiene.   

Comentarios

  1. En los años sesenta era un albergue de vacaciones para los empleados yo fui en verano unos cuatro o cibco años seguidos con mis padres y mi hermano.Ya sabes,la empresa paternalista

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