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Mostrando entradas de noviembre, 2021

132.

    Mariano Rajoy ha publicado un libro: "Política para adultos", editado por Plaza & Janés. Trata sobre el populismo y tal, categoría en la que por lo visto incluye a todos los partidos excepto al suyo y al PSOE. O a lo mejor es que no entendía muy bien su letra, cualquiera sabe, si bien lo que me parece más reseñable del resumen que he leído - el libro no, claro - es su convicción de que Vox acabará pinchando y sus votantes volviendo al redil pepero.     Encaja mucho con el carácter de don Mariano, el gallego paciente y estoico que comprende que al final las cosas siempre acaban ordenándose por su cuenta, como en aquella frase lapidaria de Cela en la que afirmaba que aquí no gana el que tiene razón sino el que más resiste. Luchar por luchar es un desgaste innecesario, contraproducente, y la estrategia de Rajoy siempre fue la de dejar que otros se debiliten en sus guerras temerarias para luego, una vez que hayan malgastado sus fuerzas y caído en los errores en los que si

131.

    Israel Díaz López, concejal de Vox en Móstoles, patina en unas declaraciones al decir que en su partido "hay muchas mujeres de gran valía, casi tanto como la de los hombres". Ya ha dicho que "obviamente fue un lapsus", aunque no concreta por qué, sólo se disculpa con las personas que se hayan podido sentir ofendidas - menos con Pablo Iglesias, por supuesto - sin que sepamos si la ofensa de marras se debe a ese "casi" o a ese "gran" que acompaña a valía, que a lo mejor es lo que ha podido molestar a otros. "¿Que en Vox hay muchas mujeres de gran valía, dice este tipo...? ¿Y entonces por qué no ponen a las listas en las listas en lugar de a Rocío Monasterio o Macarrena Olona...?". Que el "casi" macho a lo mejor se te puede escapar en un momento tonto, con tantas incorrecciones políticas como tiene uno que soltar al día para cumplir con la cuota es casi normal, ya te lías al final, pero eso de tener mujeres de gran valía en l

130.

    Si los cuerpos armados deben tener derecho a manifestarse no es una polémica nueva. Y no por cuerpos, sino por armados, que es para mí la palabra clave aquí. Si a un agente le quitas la pistola y la preparación que ha recibido a costa del contribuyente para saber usarla con cierta habilidad por supuesto es una persona como las demás. Pero con ella pues ya no, porque el simple hecho de tenerla, aunque sea en casa, le otorga una capacidad de la que cualquier otro ciudadano carece para, al menos potencialmente, lograr coaccionar con más eficacia a sus semejantes, y no digamos ya si se organizan y hacen un frente común. El resto, desarmados y sin entrenamiento táctico, sin todos los recursos que las fuerzas de seguridad poseen para usar con eficacia la violencia llegado el caso, estaríamos totalmente desprotegidos, y de ahí que cuando salen a la calle a reivindicar lo que sea su actitud deba ser exquisita, no amenazante para con un alto, o incluso mayoritario, porcentaje de la població

129.

    La semana pasada empecé "El barco de esclavos", de Marcus Rediker, pero abandoné la lectura - o quizá la aplacé, no lo sé - abruptamente. Y no porque el libro no la merezca, que al menos hasta donde llegué me pareció una obra muy bien documentada y escrita, sino porque de pronto me di cuenta de que estaba harto de leer sobre injusticias, masacres, genocidios... El tráfico de esclavos fue una monstruosidad, y conviene estar informado para que no te la contextualicen a su manera los que luego tanto se indignan cuando tiran la estatua de algún cantamañanas al río. A otros, personas de carne y hueso, y no implicadas que sepamos en asuntos tan repugnantes, los arrojaban al mar o a plantaciones donde los cosían a latigazos, y la verdad es que cada vez me convence menos esa excusa de que eran otros tiempos y otra mentalidad, sobre todo considerando que todavía hoy los hay que tienen más o menos la misma y se hacen los locos con lo que sigue pasando en ciertos mares, cultivos o m

128.

    Dice Casado que el PP "no es un talent show de megalomanías". Una lástima, porque es la mejor definición del partido que he escuchado jamás. Ni centro derecha, ni derecha europeísta, ni neoconservadores: un talent show de megalomanías es la categoría ontológica perfecta para estudiar ese ser y sus propiedades. Las otras a su lado son simplemente tontológicas, invenciones más o menos sonoras y aparentes pero que no reflejan en absoluto su verdadera esencia. "¡Eureka!", debería haber gritado Casado tras hacer semejante declaración, para dejar a los reporteros ya del todo pasmados. Y luego: "Toda economía sumergida experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al volumen de liquidez y viviendas que se desalojan... ¿Lo sabían ustedes?". Con una toga candida de esas, para que se notase que la cosa va completamente en serio y no es una mera especulación. Aunque en lugar de aprovechar el mayor y más genial de sus descubrimientos hasta hoy lo que ha he

127.

    En la revista "Viento Sur" nos han encargado una reseña mensual, y a cambio nos han enviado una lista descomunal de obras para elegir. Una propuesta para ponerse la botas, vamos, o las gafas más bien. Lo más difícil es escoger, porque son tantas las novedades que abruman, incluso eliminando aquellas que te despiertan menos interés. Hay demasiados libros buenos que leer, más que longanizas o días, y por supuesto gente que los escribe con un tacto y un criterio que te dejan perplejo, documentándose durante años para ser exhaustivos y decir cosas inteligentes y bien razonadas que luego casi nadie considera, aunque solo sea para llevarles la contraria con el mismo o parecido rigor.     No es ningún secreto que el debate público es una auténtica basura, y no porque no haya datos o talento a espuertas, como para exportar, sino porque el experto, que ha llegado a serlo gracias a una larga labor de investigación y reflexión, tiene fama de aburrido, mientras que el tertuliano de s

126.

    Ha dicho Pablo Casado que "a la izquierda sólo le gusta la energía solar". Y que a él también, pero que claro, si los picos de consumo se producen de noche entonces no hay posibilidad de que "emita". Si en el imperio de Felipe II no se ponía el sol, en los amperios del candidato popular tampoco, y ya sólo le faltó empezar a entonar un españolísimo y neoliberal "caro el sol con la tarifa nueva" para que les petase el cerebro definitivamente a los asistentes, que debían de estar aplaudiendo su brillante intervención como el conejito de Duracell con las otras pilas. "¿Acaba de decir que de noche la energía solar no funciona, Borjamari...?". "Sí, pero disimula y sigue sonriendo como si nada, que hay cámaras filmando...".     Ana lo vio clarísimo: "Ya tienes hecha la columna de mañana". Aunque yo no tanto, porque a pesar de que semejante afirmación podría pasar a los anales de la política, pero a los anales de culo, me pareció

125.

    Hacía tiempo que no miraba una de esas encuestas sobre la intención de voto. Son un poco como el horóscopo, sólo que con marcas políticas en lugar de signos zodiacales. PP: estás en una buena racha pero la conjunción inestable de Ayuso-Casado podría traerte algún problema. El lunes a primera hora habrá un atasco fenomenal en la M-30. No te lo pierdas. CS: cuidado con los eclipses que igual te coge uno. Intenta contextualizar un poco menos. Vox: últimamente estás un poco lunático de más, pero incluso así los augurios son positivos. Si vas a Turquía no les digas que son árabes. Podemos: tu estrella guía ha cambiado de rumbo, así que atento a los posibles derrumbamientos. La palabra afortunada de esta semana es "córcholis"...     Casi nadie se los cree ya del todo, y cambian cada semana o según el diario que consultes. Y a mí eso es lo que me tiene intrigado en realidad. Porque que los astros y planetas se muevan y se alineen de formas curiosas no deja de ser un fenómeno más

124.

    Bertín Osborne pide el regreso del rey emirato "lo antes posible" porque "no sabe qué hace allí", según Onda Cero. "Allí" es la isla de Zara Nurai, aclaro, y el que no sabe lo que hace Bertín. Se ve que como nunca ha ido a su chalet no ha tenido la oportunidad de preguntarle ahí repantingado en el sofá, con ese tono entre casual y casero que tanto gusta. "Pero Juan Carlos, macho, ¿para qué te has ido tú a vivir a ese sitio tan raro, que yo no sé ni pronunciarlo, con los jamones tan ricos que tenemos aquí...?". "¿Jamones? Yo había entendido "jamonas"... ¿No es "Contacto con tacto" esto? ¡Ya han vuelto a liarme otra vez!". "No, hombre, jeje... ¡Mira que eres cachondo, tío!... Esto es "Mi casa es la tuya"...". "Ah, pues muchas gracias... Para vivir me parece un poco plebeya pero yo creo que un kilillo o más se le puede sacar para amortizar el viaje... Luego te traerán los papeles para que fi

123.

    Los diarios están llenos de artículos sobre la lucha "a muerte" entre Casado y Ayuso. Aunque a mí lo que me ha sorprendido es enterarme en uno de que ella es dos años y pico mayor que él, cosa que ni sabía ni imaginaba. Doña Isabel parece más joven, para que luego digan que nunca le echo piropos, si bien no lo digo por ser galante, que es una palabra que creo que es la primera vez que escribo en mi vida, sino porque es algo que me llamó verdaderamente la atención al leerlo, como cuando descubrí que Eduardo Inda era más joven que Brad Pitt - y con casi un lustro de diferencia, por no hablar del lustre. Supongo que dedicarse a gestionar el Twitter del perro Pecas rejuvenece mucho más que todas esas cremas y potingues que anuncian. Cada ¡guau! pecoso te quita como treinta y pico años de encima de repente. Ni exfoliantes ni antiarrugas consiguen ese efecto de pizpireta adolescencia, y eso que compite contra alguien cuya trayectoria académica podría hasta hacerte sospechar que

122.

    Ayer subí a Cercedilla city a hacer la compra y casi a la entrada me interceptó un grupo de niñas de unos ocho o nueve años. "Holaaaa... es queee, estooo... (risas con sordina) ¿podemos hacerle una pregunta?", me soltó una que parecía una versión en miniatura de Gara pero con el pelo corto y gafas. "Sí, claro". "¿Sabe usted qué importancia tiene este lavadero para el pueblo?", me espetó entonces, señalando el viejo lavadero reformado que hay en la zona. Creo que pocas preguntas podrían haberme sorprendido más, y empecé a farfullar vaguedades medio improvisadas. Básicamente les dije que ahora sólo etnográfica o testimonial o lo que fuese, pero que antiguamente las casas no tenían lavadora ni agua corriente, y que entonces un lavadero era algo muy práctico. "Graaaciaaaas...", contestaron entonces a coro. Seguí mi camino dándole vueltas a eso de "antiguamente", porque la verdad es que yo mismo fui muchas veces de crío con mi abuela al

121.

    Es una controversia habitual la del artista que tiene una vida privada reprobable, si eso debería afectar al juicio o al consumo que hacemos de sus obras. Pero raras veces se habla del caso contrario: del artista que te cae bien pero no te convence como creador. Porque a mí eso me influye, y yo diría que mucho más que en el caso anterior. La indulgencia con el simpático sin talento me resulta mucho más sencilla que el rechazo al sinvergüenza capaz. Aunque ya si eres un montón perverso de basura y encima escribes como el culo de Donald Trump ni me mandes tu poemario, haz el favor. Ana recibió hace tiempo uno así y fue una experiencia de lo más incómoda. No le gusta mentir, y mucho menos con la poesía, y tuvo que leerse aquel engendro tres veces para encontrar algo bueno que decir de él. "No hay muchas faltas de ortografía, y el tipo de letra de ordenador que has elegido no está mal", en ese plan. Aunque fue inútil, y al final por mucho tacto y gusto y olfato tapado con una

120.

    Dice Ida Vitale que "el futuro de la poesía es que la gente no se aburra". Y que no se aburre, añadiría, porque divertirse es también el objetivo de la droga caníbal y menudo miedo. No estoy del todo en desacuerdo, que conste, y que la gente no se aburra me parece un propósito estupendo. El aburrimiento es uno de los grandes males del siglo XXI, y sacar al personal de ese sopor insoportable, de su muermo existencial, supongo que sería algo muy de agradecer. Aunque por otro lado a veces tengo la impresión de que nos aburrimos más por exceso que por defecto, un poco como ese niño que tiene tantos juguetes y estímulos a su alrededor que es incapaz de decidirse y disfrutarlos. Todo el mercado de la comunicación lleva tiempo empeñado en saturarnos de soluciones a nuestro aburrimiento, y hasta los telediarios se diseñan para buscar la amenidad hoy, sorprendiéndonos con un comentario cómplice entre locutores después de hablar de la última catástrofe o con la sabrosa noticia de u

119.

    Ya empieza a sentirse el frío, que aquí no es ninguna broma. En alguna entrada antigua ya mencionaba el "descuernacabras", el viento gélido de la sierra, que si te llaman así en un mundo de alisios y céfiros y mistrales es que tienes que ser de cuidado, el típico chaval que crea una mala atmósfera en clase pero que a ver quién lo expulsa.     Hace poco encargamos con nuestros vecinos un palé de pellets para la estufa, veintipico sacos por cabeza. Comprándolos así en grupo salen más baratos, aunque alguien, sospechamos que Begoña, no se aclaró con la orden telefónica y los trajeron de pino. Un par de personas los querían de castaño, y al verlos dijeron que en esas condiciones no iban a pagarlos. Que son muy libres, no faltaba más, claro que como los únicos que estábamos en casa cuando llegó el camión éramos Ana y yo tuvimos que hacernos cargo de la factura, adelantar el dinero, y quedarnos luego con los casi ochenta sacos de pellets de pino tampoco es que fuese nuestro pla

118.

   Contaba Eduardo Galeano en una entrevista que en una ocasión, conversando con el poeta nicaragüense José Coronel Urtecho, le confesó su preocupación por no poder lograr ser objetivo en un libro que estaba escribiendo.  Entonces Urtecho le dijo: "No te preocupés... Olvidate de eso... Todos estos que hablan de la objetividad, que joden con esto de la religión de la objetividad, no quieren ser objetivos; quieren ser objetos, para salvarse del dolor humano". Escuché la entrevista hará unos doce años, y la frase se me quedó en el cerebro como una lapa de palabras. Supongo que es bastante matizable, y que la subjetividad deliberada, o lo que es peor, sin deliberar, puede ser un error muy grave al interpretar la historia. Pero no es menos cierto que uno de sus materiales de construcción más frecuentes, por desgracia casi el único, es el dolor humano, y que ante este pretender ser neutrales, o ecuánimes como se dice ahora, no suele implicar más que un mecanismo mejor o peor elabor