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Mostrando entradas de diciembre, 2020

23.

    Leo que Instituciones Penitenciarias ofrece a Iñaki Urdangarin "flexibilizar" su régimen en prisión si participa en un nuevo programa de delincuentes económicos. Supongo que se refieren a delincuentes que se agencian grandes cantidades de dinero y provienen de entornos privilegiados o al menos estables, porque a los que trincan lo que pueden para sobrevivir nunca los llaman así y a lo mejor les pegaría más ese "económicos" - por salirnos más baratos a todos, para empezar, y luego porque en muchos casos la causa de sus carreras delictivas sí es genuinamente económica y no una vulgar codicia patológica.    Pero bueno, matices aparte me parece una idea formidable que empiecen a hacerse programas así. Cada día hay más mangantes de esta especie según las estadísticas, y además ya estamos hartos de esos otros programas en los que sólo salen suburbios y pobres diablos a los que persigue un coche patrulla por trapichear con dos papelinas. Esa fórmula televisiva ya está

22.

    Hace un par de días pasaron a visitarnos Quique y Javi. La madre de Quique hace tiempo ya que está harta de la gran ciudad y dice que se vuelve a su Galicia. Ha vendido el piso que tenía y se ha comprado una casita en Terra Chá, en el pueblo donde nació, justo al lado de la de su hermana. Y está encantada (ella, no la casa, que meigas de momento no consta que las haya) cosa que me parece muy comprensible y hasta envidiable.    Conozco Terra Chá, y de hecho mi padre nació y creció en los alrededores. En Rábade, que técnicamente no sé si pertenece a esa área geográfica, pero que en todo caso está en el límite, a medio camino entre Lugo y Villalba, y en la práctica sí. Hace un poco de frontera en el mapa, que la sitúa entre los dos términos, si bien diferenciar unas tierras de otras sin esa línea teórica que supuestamente las separa ya es para especielistos de esos, y de los muy especialitos además. Así a ojo el turista, que allí hay menos todavía que meigas, no va a notar ninguna dif

21.

    Un buen amigo nuestro, Andrés, tiene una pequeña editorial que publica libros sobre póker y ajedrez. Por lo visto ahora, gracias al éxito de "Gambito de dama" ("The queen's gambit") está recibiendo multitud de pedidos, casi no da abasto para atenderlos, y hasta ha tenido que clasificar sus existencias en la web por grados de dificultad para orientar un poco a toda esta clientela espontánea, ya que gente que todavía está aprendiendo lo más básico encarga obras de una complejidad tremenda, escritas por grandes genios del tablero para lectores ya expertos, sólo porque ha escuchado el título en la serie.    Cierto que podría aprovechar el tirón comercial sin más, claro que eso no es lo que haría un buen ajedrecista. Si le vendes a un principiante un libro de esas características lo más probable es que se quede alelado en cuanto comiencen los galimatías sobre la variante Sveshnikov y demás, las interminables divagaciones estratégicas sobre las potenciales consecu

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    Ayer le contaba a un amigo en una carta que como siga así voy a tener que acabar acudiendo a bucólicos anónimos. Al principio, entre el jaleo de la mudanza y los ruidos que traía aún en la cabeza de la gran ciudad estaba algo desubicado, pero poco a poco mi mente se va adaptando al entorno, a la lentitud y los parajes. No sólo me voy desintoxicando del monóxido, sino que por momentos siento el retorno del mono oxidado, del simio más o menos sapiens que sin duda llevo dentro.    Tampoco es que Cercedilla sea la jungla. Comparada con el pueblo donde pasaba los veranos es una auténtica megalópolis, con un centro de salud, supermercados, dos parkings, teatro, escuela de música, comercios de toda clase... Allí sólo teníamos una diminuta tienda, y casi siempre estaba cerrada. Había que llamar a la propietaria a gritos desde una corripa para ver si andaba por casa, y en caso afirmativo pedirle que bajara a abrir. "¿Qué quies, Pablín?". "Azulete pa mi güela". "Pera

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    El otro día fuimos a la pescadería, la de los nombres en latín, y le preguntaron a Ana si era profesora. "No", dijo, "me parece que Begoña me ha ascendido de categoría. Trabajo en la universidad, pero no soy profesora. Soy administrativa". Dio toda la explicación, si bien se lo estaban preguntando por un motivo muy distinto del que sospechaba. En realidad querían saber lo que era "un pleonasmo".    Yo estaba esperando fuera, por lo de los aforos, y no había escuchado nada de la conversación. Me empecé a enterar cuando Ana abrió la puerta de repente y me preguntó: "Oye, Pablo... ¿Qué es un pleonasmo, que no me acuerdo?". Es una de esas palabras que de entrada te dejan bloqueado, porque jamás esperas que nadie las utilice. Esta podría ser perfectamente una definición de "pleonasmo". Claro que entonces podría confundirse con "logomaquia" o "arquitrabe", así que le han buscado otra acepción no se sabe si para liar me

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    Ayer vinieron a visitarnos Ángel y Rocío. Almorzamos en casa: tortilla de patata, quesos asturianos surtidos que mis padres nos han enviado por las navidades y otro más suave de cabra que ha elaborado Gara. Hace poco fue el cumpleaños de Rocío y también había media tarta de chocolate de las densas. Así que nos pusimos las botas comiendo, vamos, y luego las otras para dar un paseo y bajar tripa subiendo monte. Llegamos hasta el embalse de Navalmedio, donde había una de esas luces machadianas para caminantes.    Es muy probable que él anduviese en algún momento por esa ruta, o al menos por otras no muy distantes ni distintas. De hecho, estos días estoy releyendo - la leí por vez primera en el 2011, lo tengo apuntado - la biografía de Ian Gibson, "Ligero de equipaje", y es seguro que a primeros de agosto de 1914, cuando Gran Bretaña declaró la guerra a Alemania por la invasión de Bélgica, estuvo en Cercedilla, en un alojamiento que tenía por estos contornos la Institución Li

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    Esta semana terminamos una curiosa serie danesa: "La investigación" ("Efterforskningen"). No muy innovadora en cuanto al tema, que es el relato de un crimen real, el famoso "caso del submarino", aunque con un giro de ciento ochenta grados que yo al menos no había visto jamás: el asesino no aparece.    En la serie, quiero decir. Ningún actor lo interpreta y no tiene una sola línea de diálogo para explicarnos su abolladura, sus vislumbres de psicópata encantado de haberse conocido. El narcisismo más o menos ilustrado de este tipo de personajes suele dar mucho juego en los guiones, y de hecho se han escrito papeles de óscar para ellos, con sofisticados descuartizadores dotados de una cabeza prodigiosa y una labia que casi hasta los votarías en las elecciones, y más aún después de escuchar al resto de los candidatos. Pero en "La investigación" han cortado por lo sano y no le han dado ni un minuto de bola al tipo, cosa que de entrada choca, acostu

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   Frederick Forsyth es conocido sobre todo por sus novelas, una estimable colección de bestsellers que en muchos casos tuvieron una versión cinematográfica ("Odessa", "Los perros de la guerra", "El cuarto protocolo") o incluso dos al menos de la más célebre: "Chacal". Reconozco que no he leído ninguna, aunque sí devoré la única obra de no ficción que escribió aparte de su autobiografía: "Génesis de una leyenda africana: la historia de Biafra", una crónica periodística de la guerra que hubo allí a finales de los años sesenta entre el pueblo ibo y el gobierno de Nigeria.    En sus peores momentos llegaron a producirse hasta 10.000 cadáveres diarios, con un saldo total de entre uno y tres millones. A los feroces combates había que sumar las víctimas de pelagra, anemia, inanición y un espantoso brote de kwashiokor, una patología causada por la carencia de proteínas y que afecta principalmente a los niños. Produce lesiones cerebrales, letar

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    A mí la nieve me gusta verla, aunque estar demasiado en contacto con ella ya no tanto. De crío me entusiasmaba: hacer muñecos, las guerras a bolazos, deslizarme con plásticos por las pendientes... Aunque supongo que a estas alturas (45 años y 1.214 metros) ya me preocupan más los posibles resfriados que los amigos imaginarios con nariz de zanahoria. No es algo de lo que me sienta orgulloso, que conste, y prefiero mil veces amigos así a otros que yo me sé. Claro que también mentiría si dijese lo contrario.    Ana, sin embargo, espera la nieve con impaciencia. La última vez que la anunciaron, hace como una semana, andaba mirando las previsiones meteorológicas en el móvil casi obsesivamente. Ya es como una fijación la nieve, y a pesar de que algo cayó entonces no fue suficiente, porque quiere mucha más, por todas partes, hasta la fiebre delirante... No un simple paisaje artístico, sino directamente ártico, y eso que como tengamos que depender de Bruma para que tire de un trineo llegad

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    Estas noches me despierta el viento de cuando en cuando. Un viento aullador, terrible. No sé si será ese que en la zona llaman descuernacabras (del norte), el más temido y brutal de todos. Aunque lo cierto es que todo el mundo insiste en que todavía no ha llegado lo peor, y si insinúas que hace frío te observan con un brillo de astucia veterana en la mirada y sonríen, así que me figuro que tendré que asumir que todas esas corrientes huracanadas son sólo corrientes según el baremo de aquí. Una especie de aviso a voces de lo que viene.    El otro día Begoña le contó a Ana un problema que tuvo con una inquilina anterior. Una chica que por lo visto subarrendaba el apartamento como "alojamiento rural", con anuncios en la prensa y todo. Al principio Begoña no tenía ni idea de lo que pasaba. Le parecía extraño que una persona tan callada tuviese tantas visitas, tantos amigos que venían a verla un fin de semana tras otro siempre en grupo y con toda clase de pertrechos y bártulos,

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    Si tuviera que escoger una obra de Kapuscinski me quedaría con "El Sha o la desmesura del poder". En ella cuenta sus peripecias durante la revolución del 79, y se adentra también en las de aquel célebre Sha de Persia que fue el segundo y el último de su linaje.    El primero, su padre, ascendió de militar chusquero a Sha Reza el Grande, Rey de Reyes, Sombra del Todopoderoso, Nuncio de Dios y Centro del Universo en 1925. Aunque el tipo era bastante más corto que su tarjeta de visita: una vez ordenó fusilar a un burro por haber cruzado sus tierras, y prohibió fotografiar a los camellos por considerarlos "animales atrasados". Así le salió el chaval, o el Shaval más bien, que luego andaba por palacio con unos zapatos de tacón alto y ordenando a la gente que se los besara. El clásico niño rico y engreído que acabó, como es lógico, de derrochador compulsivo y obseso sexual. Se sabe que durante un viaje oficial le pidió al prefecto de Venecia "una mujer para la no

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    La hermana de Ana, Cochu, nos regaló uno de esos robots aspiradores que limpian el suelo solos y que parecen una rodaja de R2d2. Lo llamamos Petunia - pronunciado Pitunia - y la verdad es que salvo por el ruido y que a veces no se entiende con el tendedero, que en esta estación guardamos en el interior, es una maravilla. Hasta los animales se han adaptado a él, y casi que lo han adoptado también.    En realidad no falta mucho para que todos estos prototipos alcancen un nivel de desarrollo jamás visto: coches capaces de conducirse como lo haría un profesional ("¿Pero qué haces, bonita? ¿Es que no ves la señal? ¡Una TH761 tenías que ser!); ordenadores que analicen la política del corazón como peperas chismosas ("¿Has visto el nuevo cambio de chaqueta de Pablo Iglesias? ¡Qué ordinariez!"); electrodomésticos listos para realizar todo tipo de tareas mucho mejor que tú ("¿Estás boig? ¡A la paella no se li tiren pésols! Aparta que ja la faig jo..."). Dentro de nad

11.

    La semana pasada estuve echándoles un vistazo a unos diarios que escribió Goethe durante un largo viaje a Italia, en los años anteriores a la revolución francesa. Muy romántico, sí, pero muy alemán también, porque buena parte eran anotaciones de tipo técnico, descripciones más científicas que oníricas de los paisajes que iba atravesando, con anotaciones puntuales de la temperatura y el clima, los tipos de roca y tierra que se encontraba en cada tramo, inventarios botánicos precisos y hasta invenciones teóricas de su propia cosecha.    Claro que este tipo de textos tienen un lirismo considerable muchas veces. Recuerdo un párrafo que leí hace años en un libro muy serio de astronomía, de Gara, que parecía un auténtico poema, y de los buenos. Hablaba de las montañas de Marte o algo así, con una terminología hipnótica que si bien no era capaz de descifrar del todo - o quizá precisamente por eso - me estaba dejando boquiabierto con sólo tratar de imaginar las maravillas de las que hablab

10.

    Ayer si hizo viral y casi pandémico el whatsapp del general de división retirado - del Ejército del Aire - Francisco Beca Casanova, un hombre al que jamás le concederían esa beca. En él afirmaba que creía quedarse corto "fusilando a 26 millones de españoles". Bueno, al menos sabemos a qué división pertenece: a tercera regional, porque considerando que somos unos 46 millones no sólo no se ha quedado corto, sino que se ha pasado cuatro pueblos. Espero que las maniobras de vuelo las calcule mejor.    Según él muchos españoles son "ingobernables" y hay que "culturizarlos". No queda claro si con ese "culturizar" se refiere a ampliar la cultura entendida como un alto nivel de formación o bien al culturismo, donde lo que se amplía son los bíceps hasta dejarlos bien bulbosos. Con declaraciones de este estilo nunca se sabe.    Además, incluso en el mejor de los casos me parecen dudosas. No resulta tan evidente que la gente más culta sea más fácil de g

9.

    La vivienda en la que estamos es un casoplón de dos pisos, con algo de finca alrededor. La planta superior la ocupa Begoña, y la baja está dividida en varios apartamentos. El nuestro es el que da a la parte de atrás, así que además del patio que les toca a todos los inquilinos tiene acceso a un pequeño terreno ajardinado, rodeado de setos y que linda con un regato al que llaman el Río de las Fuentes. Entre el agua que corre, los pájaros que trinan y los cencerros el sonido ambiental no puede ser más bucólico.    Cruzando el arroyo hay un prado enorme donde a veces se ven vacas pastando y otras no. También es propiedad de Begoña, y cuando no está el ganado nos permite pasear por allí a Bruma, que con los barrizales y las boñigas se vuelve majara. Para una coprófaga compulsiva como ella eso debe de ser el paraíso, si bien no permitimos que se las coma, sólo disfrutar del olor. Bruma es así de sibarita, igual que Dylan Thomas se embriaga con el aroma a conejos y vacas después de un cá

8.

   Se empieza a sentir la proximidad del invierno. No como en Juego de Tronos, que allí sobreactuaban un poco, aunque en Navacerrada pueden verse las primeras nieves y en la previsión meteorológica de esta semana ya se anuncian días con una temperatura máxima de cero grados. ¡Máxima!        Ayer fuimos a Correos a recoger un anorak de los gruesos, una camiseta térmica y una sudadera bien forrada que habíamos encargado. Ana tenía que enviar unos libros también y entró ella sola a hacer las gestiones por lo del aforo limitado. La de aquí no es la oficina más rápida del mundo, Miguel Strogoff tardaba menos en entregar las cartas que estos en cursarlas, así que pasé un rato largo fuera, echando un vistazo a los alrededores. En realidad Cercedilla no es una población muy grande, pero está bastante desperdigada y para conocerla con rigor hay que tener en cuenta varios apéndices, como en las obras eruditas.     Mientras esperaba se me acercó un señor con muy buenos modales. "Disculpe, ¿s

7.

    Estos días andamos seleccionando libros para desprendernos de ellos. Haciendo el clásico "donoso escrutinio", aunque no para quemarlos, sino para subirlos al Wallapop, que es algo que ni el mismo Don Quijote habría podido vislumbrar en el más alucinado de sus viajes. "Prepárate a morir, cobarde y descomunal criatura". "¡Claro que sí, guapi!". Yo hay muchos a los que renunciaría sin dudarlo, de no ser porque no valen ni dos euros y al final es más la labor de empaquetarlos y mandarlos por correo, por no hablar de los gastos de envío, que lo que íbamos a sacar por ellos.     Uno de los que voy a liquidar es "Sitio y defensa de Oviedo", de Óscar Pérez Solís. Una crónica, como su nombre indica, del sitio y defensa de Oviedo durante la guerra civil, escrita por alguien que lo vivió en directo. El valor histórico será incalculable, no lo sé, aunque en las redes están pidiendo unos veinte euros por ejemplar.     Pérez Solís fue uno de los introducto