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    Ayer me preguntaba medio en broma si la nueva ley trans incluye también a los tránsfugas, aunque pensándolo más seriamente creo que sí debería hacerlo. Sólo que al revés, porque hoy se asume que un tránsfuga no debería pasar un control psiquiátrico cuando nos cuenta que su seso ha evolucionado de una manera tan repentina, pero hay casos con los que al final te queda la duda de si no tendrán alguna patología grave o intereses extraños, como entrar en algún servicio que no les corresponde o cambiar su vestuario a lo bestia. 

   Imagina que te estás duchando en el gimnasio después de una dura clase de fitness (yo al menos tengo que imaginarlo porque no conozco la sensación) y de pronto se coloca junto a ti un tránsfuga de esos y se pone a contarte que él estaba en Izquierda Unida pero que ahora vota a Foro Asturias por la cuestión del bable. Un poco de repelús sí te daría, reconócelo. Ibas a agarrar la pastilla de jabón como si fuese el Santo Grial, vamos, porque como se te caiga al suelo igual te la manga y sale corriendo, que ese tipo de gente se trinca lo que pille. No tiene frenos.

   Yo siempre me he considerado una persona de mente abierta, y sin embargo esto no me entra en la cabeza. Me hago cargo de que el binarismo político es demasiado rígido; clasificar a la gente sólo en rojos o azules, de izquierdas o de derechas, es muy limitado y no puede abarcar la enorme cantidad de orientaciones y tendencias que existen. Claro que hoy ya tenemos todo un arco iris de partidos, desde PACMA a Coalición Canaria, lo que quieras, y no veo qué sentido tiene promover el transfuguismo. Me parece gente que sólo quiere llamar la atención y nada más. Es como si un señor que lleva toda la vida en el PNV, concejal en Orduña, aparece un día en el batzoki disfrazado de jemer rojo camboyano, con un sombrero de cono de esos y un kalashnikov, porque de pronto se ha empeñado en que es un tránsfuga. O se pone a decir cosas raras en el pleno del ayuntamiento: que estamos en el año cero y que las gafas son un vicio burgués... Pues calcula qué susto se iba a llevar la corporación así de entrada. Podrían intentar ponerse en su lugar, y lo de Kampuchea pues igual hasta les suena a euskera y todo, pero comprenderlo, lo que se dice comprenderlo, ya te digo yo que no. El transfuguismo llevado al extremo no es fácil de digerir socialmente, también hay que tenerlo en cuenta, y sobre todo ahora que tanta gente es tránsfuga o tiene dudas. 

   Llámame facha si quieres pero con Franco no los había. Exiliados políticos sí, pero tránsfugas ni uno... No se sabía ni lo que era eso. Empezaron a tener visibilidad con los socialistas, qué raro, y en estos tiempos pones la tele o lees el periódico y lo difícil es que no aparezcan en alguna parte. Y con toda la gama de posibilidades además: del PSOE que se pasan al PP, de Vox que votan con el PSOE, de Ciudadanos que ya no saben ni qué son... Es un auténtico desmadre, y ya verás cuando haya que ponerse a distinguir entre cisdiputados, polidiputados, interdiputados, diputados de tercer género... Los que llaman culillo a las dosis de vacuna van a cortocircuitar con toda esta terminología.

   Yo sí soy partidario de que los examine un médico por lo menos. Ya que les vamos a pagar entre todos las operaciones pues por lo menos que alguien certifique que son tránsfugas auténticos y que no tienen esquizofrenia o lo que sea. Porque aparte una vez que te declaras tránsfuga oficialmente y haces el cambio de ideología y toda la pesca, ¿qué pasa si luego quieres volver a tu partido de origen? ¿Solicitas el reingreso sin más? No creo yo que resulte tan sencillo o que no queden secuelas: "Oye, Patxi, diles a los del batzoki que lo de Kampuchea y todo eso pues fue un pronto que tuve, pero que al final como ser vasco y del PNV no hay nada... Comparas el caldo de arroz con el Chacolí y no hay color...". A mí me parece hasta peligroso que la gente empiece a decidir a su bola si es tránsfuga o no. Piensa en lo que podría suceder si en cualquier sesión parlamentaria se pasan todos a otros grupos ahí a lo loco y se ponen a aprobar leyes invertidas o a imponer cursillos de transfuguismo en los colegios. Podríamos acabar siendo Venezuela en lugar de España. Pero de verdad.   

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