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    Veo un titular en el que aparece la expresión "genoma del funcionario" y no puedo evitar leer la noticia. Al parecer la Junta de Andalucía ha planteado usar "inteligencia artificial" - quizá porque la inteligencia natural de muchos de sus miembros es más imprecisa - "para recopilar opiniones de funcionarios en redes". Pero no para detenerlos en caso de que sus publicaciones atenten contra los valores de España, sino para "retener su talento" y luego incorporarlo a un perfil que se hará de cada uno de ellos. De modo que quizá en breves veremos sustituido el clásico "menuda cara tienen los funcionarios" por un "menudo Facebook" mucho más acorde con los nuevos tiempos.

   Claro que a lo mejor sería bastante más práctico y barato crear directamente una red social para funcionarios, y que expongan allí su talento o su talante o lo que sea. En vez de contratar gente para que les hagan un perfil pues que se lo hagan ellos mismos, no te jode, y muestren en él sus habilidades y las de sus mascotas y algún selfie acostados con el termómetro en la boca cuando estén de baja. Podría incluirse entre los emoticonos uno con expresión escéptica para que lo ponga el jefe de servicio si no se acaba de creer el parte médico, o incluso un sonriente "vuelva usted mañana" o un intrépido "volquete de putas" para los más atrevidos. Considerando la cantidad de personal que tiene la administración tal vez sería un buen negocio además de un simple negociado, y con los ingresos que se sacasen por publicidad y demás, ahora que este tipo de inventos y tecnologías cotizan tan al alza, daría hasta beneficios. El "Caraformulario" o por ahí sería la visión de futuro correcta, si quienes pretenden valorar de esa manera el talento ajeno tuviesen una pizca.

   No digo que no pudiesen surgir algunas complicaciones también. Supongo que a nadie le apetece llegar por la mañana a la oficina y encontrarse con una solicitud de amistad de un director general de Vox, ahí con una bandera del aguilucho en la foto y dispuesto a trolearte cada post que compartas. "Deja de adoctrinar a tus compañeros con ese relativismo pijiprogre... España ya existía en la época de los fenicios... A ver si te documentas un poco antes de hablar, ignorante...". "Yo sólo quería saber la dirección de la consejería catalana de presidencia...". "¡Cataluña nunca existió, maldita sea! ¡Es el Reino de Aragón! ¿Cuántas veces lo hay que repetir...?". Porque en las páginas convencionales al menos los puedes bloquear, pero en esta además de aceptarlos por narices tendrías - o tendrían, bueno - que darles la razón y aplicar sin rechistar todos los artículos que les pareciesen pertinentes, incluso los de La Gaceta. Aparte de tener que soportar a esta clase de sujetos y sus jetas en los ratos de ocio habría que aguantarlos en horario laboral, metiéndose en los muros para recriminar falsas superioridades morales o que se confundan "aconfesional" y "laico". "Lo decía en broma, no se ponga usted así...". "¿En broma...? Pues yo no veo qué tiene de gracioso el pendón del rey...".

    Lo más sensato al final va a ser andarse con cuidado para que esas inteligencias artificiales no encuentren algo más que talento. Asumiendo por otro lado que estén capacitadas para hacerlo, claro, ya que al final detectar algo semejante no me parece que sea una cuestión de logaritmos, de fórmulas exactas, y en buena medida es de una subjetividad y un lirismo que no sé si los más avanzados programas informáticos o incluso políticos están todavía preparados para juzgar. ¿Cómo se puede evaluar el talento cuando se carece de él? Esta es tal vez la pregunta del millón aquí. Nadie que conozca mínimamente sus resortes dejaría esa labor a un chisme, ni siquiera a un chisme de esos que recorren internet cada día. Eso, de toda la vida, se llama espiar al personal. O por lo menos digan "genioma" para disimular. 

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