68.

    Hace algún tiempo ya que no escribo nada. La verdad es que me he enviciado con el ajedrez y ahora en lugar de seguir la actualidad miro viejas partidas. Estos días estuve intentando aprender algunos desarrollos de la nimzoindia, una posición que se llama así por Aaron Nimzowitsch. El gran Tarrasch decía de él que le gustaban las aperturas "feas", aunque Aaron era bueno en defensa y usó una magnífica al señalar que la belleza de un movimiento de ajedrez radica en la idea que hay detrás. La suya, así en general, fue cuestionar el principio clásico de que siempre hay que ocupar la centralidad del tablero, afirmando que este podía atacarse también desde los flancos con buenos resultados. En su libro "Cómo la vida imita al ajedrez" Kasparov recoge pensamientos y frases célebres de los jugadores más destacados, y sólo hay uno atribuido a Nimzowitsch: "¿Por qué tengo que perder contra este idiota?". A veces las buenas ideas pierden, qué le vamos a hacer, y encima contra idiotas... Pero la belleza sigue ahí detrás, lista para repensarla una y otra vez, y hoy su defensa se sigue utilizando a menudo y no hay maestro digno de ese nombre que no la conozca profundamente.

   Uno de los mejores jugadores que ha dado España, Arturo Pomar, jugó con éxito (belleza + victoria) ese tipo de estructura en la Olimpiada de La Habana de 1966. Cuando parecía que empezaba a estar acorralado por Johansson un movimiento de caballo imprevisto y sin mucho sentido en apariencia, de esos que no se comprenden del todo hasta que no transcurren unas cuantas jugadas y ves su genialidad en cinemascope, marcó la diferencia. Pomar fue uno de esos malogrados niños prodigio del franquismo que se exhibían como atracciones de feria. Miren, este niño de doce años ha logrado hacer tablas  - en el torneo de Gijón, por cierto - contra Alekhine, el campeón del mundo y uno de los mejores jugadores de la historia, que se ha quedado bizco con el potencial del renacuajo. Vamos a llevarlo de pueblo en pueblo para que haga de monito adiestrado en lugar de darle la educación que merece, que así se gana más... Después de que lo exprimiesen bien terminó en una gris oficina de correos, en la que tenía que pedir permisos sin sueldo para ir a jugar torneos de primer nivel. En el Interzonal de Estocolmo de 1962 fue el único participante que no tenía analista, que en competiciones de esa intensidad y duración era ya imprescindible. Tras duras jornadas devanándose los sesos sus rivales podían irse a descansar mientras alguien les calculaba las posibles variantes y demás, pero Pomar tenía que hacerlo a pelo y sin posible apelación, perdiendo horas de sueño y mucha energía mental. Así que empezó muy bien, aplastante, aunque su rendimiento fue decayendo y terminó en undécimo lugar, con 12 puntos de 22. Sin embargo, ganó a Geller (segundo clasificado, con un mate preciso y precioso) y quedó en tablas con Stein y el legendario Bobby Fischer, que después de estudiar con él la partida dijo: "Pobre cartero, tanto talento y al regresar a España tendrás que volver a pegar sellos".

   No hace mucho nos revelaba Alfonso Guerra, actor político, que el problema de la izquierda es que no defiende a España. Bueno, así como declaración vacía de contenido supongo que no está mal, aunque seguimos sin saber de quién - y cómo - hay que defender a España, ya que por lo pronto ningún país nos ha invadido. Primero habrá que saber cuál es exactamente ese despiadado ataque y quién lo lleva a cabo, y sobre todo con qué tácticas y objetivos. De lo contrario sí que podríamos estar ante una defensa fea, y no sólo estéticamente sino en lo que se refiere a las ideas que hay detrás. Fea hasta decir basta, vamos, o basta hasta decir fea... ¿Quiere decir Alfonso Guerra que la izquierda debería ocupar más el centro o potenciar el flanco, flanco, flanco...? Porque la diferencia es importante, y a veces muy sutil. Al final defensas las hay de muchos tipos, o incluso de muchas clases si eres socialista, y cada jugador elige la suya en base a los resultados que persigue. Una cosa es adaptarse al rival y otra asumir su estrategia y permitir que la ponga en práctica. Que su burda defensa de España ocupe la centralidad sin que nadie sea capaz de imaginar una alternativa mejor, y se acaben cediendo poco a poco las posiciones y aceptando sus iniciativas sin oposición, tratando sólo de minimizar los daños y amenazas. Esto es un grave error, y si hay una España que necesita ser defendida a la izquierda o a la derecha es precisamente la España que siempre ha estado indefensa en todas sus partidas y por casi todos sus partidos. Con la inmensa belleza y eficacia de sus ideas. Pero perdiendo contra idiotas. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

19.

135.

134.