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    Me encuentro un titular que me llama la atención de inmediato: "Una academia fantasma en el corazón del Banco de España". Casi podría ser el título de una nueva película de Casper, o incluso de un poemario, aunque el contenido del artículo es más prosaico y habla de tres inspectores de la entidad que llevan "al menos cinco años" dando cursos clandestinos para opositores allí, agenciándose cantidades que alcanzan "los 8.000 euros" al mes por formador y por supuesto siempre con la pasta en mano y sin declarar. Así que el formato ya tendría que ser más bien el de una serie española de los noventa, tipo "Al salir de clase social" o "Compañieros", pero con alumnos más jóvenes, porque los de aquellos institutos eran casi treintañeros todos, y en vez de con trepidantes diálogos de amor y desamor adolescente con los protagonistas vigilando los alrededores en el recreo para que no los trinque la udef en una redada masiva - o menos iva, bueno. "¡Corre, Quimi, que esos tíos son muy chungos! ¡Acuérdate de lo que le pasó a Pujol por meterse en marrones así!". "¿Es que quieres que me vaya, Valle? ¿Es eso...?". "No, tío, yo te amo, de verdad, pero es que este mogollón es muy fuerte, y si te atrapan no sé qué sería de mí, de todos... Somos compañieros, ¿entiendes?, algún día auditaremos las compañías de este país, y a nosotros sí que no nos puedes defraudar... Eso es tope de movida, colega...". 

   El público está harto ya de aulas con profesores enrollados y edificantes que les cuentan milongas a los chavales para que digan siempre la verdad al precio que sea. ¿Qué tipo de educación es esa? Con consejos semejantes luego no van a pasar de mileuristas, si es que llegan, y ya va siendo hora de que empiecen a escribirse guiones un poco más en sintonía con los tiempos que corren. "En este sobre faltan cincuenta pavos, Chiti... ¿Qué te ocurre? ¿Tienes problemas en casa...?". "No... es que... bueno... mi padre...". "¿Tu padre qué...? ¿Te la pega...? Si quieres puedo hablar con él, organizar una reunión aquí en el centro y aparecer con un par de tíos gansos y que le suelten un par de yoyas finas en el careto, a ver si de ese modo se da cuenta del error que está cometiendo...". "¿De verdad haría usted eso, profesor...?". "Claro, Chiti... No es el primer mes que me intenta chulear, y en realidad forma parte de mi trabajo... Pero tú tienes que empezar a madurar, a tomar las riendas de tu vida y ser más responsable, porque a lo mejor en el futuro las hostias te las llevas tú, ¿me comprendes?". "Sí, señor profesor...". "Piensa que a lo mejor tu padre está pasando por un momento personal delicado, y que eso es normal, a todo el mundo le puede suceder, pero no olvides que ese no es mi puto problema y que en todo caso pasarse de listo y querer engañar a los demás no es la mejor solución... ". Podría llamarse "Indocentes" o por ahí: la historia de un claustro con maestros corruptos que les enseñasen a los chavales en cada episodio cómo buscarse las castañas sin que les caigan a ellos en un país como este. Prevaricación, cohecho, estafas, cajas b, contabilidad y conducción evasivas... Todo lo que un joven bien formado o informado debe saber si aspira a triunfar y ocupar un puesto relevante cuando sea mayor. "¿Sabes cómo burlar un pin parental, Chuky...?". "No, aunque a mis padres no les importa...". "¿Y eso...? ¿Pero cómo no les va a importar, si se ha hecho para las familias...?". "Dicen que con llegar a fin de mes ya tienen bastante, y que me ocupe sólo de robar algo en el comedor para mis hermanos...". "Bueno, los pequeños hurtos no son malos, a su manera son enriquecedores también, aunque si realmente quieres lograr algo importante no bastan... Por eso tus padres están tan jodidos... ¿Nunca lo habías pensado...?". "No". "Verás, Chuky, es mucho riesgo para poca ganancia, y si quieres conseguir algo más tienes que seguir a tu corazón y sobre todo la pasta dondequiera que se encuentre. No conformarte con ser un simple raterillo de poca monta, que además me ha dicho el personal de cocina que se te ve a kilómetros. ¡Ya está Chuky ahí otra vez birlando natillas...! ¿De qué te ríes? ¿Te parece divertido o qué...?". "No, perdón, profesor...". "Aquí estamos para enseñarte a progresar, a ser alguien, y no haríamos bien nuestro trabajo si permitiésemos que un chico con tu potencial se conformase con el hurto, que si te pillan no vas ni a comisaría siquiera... Eso es para fracasados, y tú tienes que aspirar a mucho más, Chuky, a desfalcos o apropiaciones indebidas o cuentas opacas o delitos que te permitan integrarte en la mejor sociedad... Porque no te engañes: así es como se hace dinero rápido y fácil, y lo demás son gilipolleces... ¿Está claro?". "Sí, profe". "Pues venga, vete a la despensa y llévate un par de tabletas de chocolate de estrangis, ¡pero que sean las últimas...! A partir de mañana te quiero ver en clase de marketing fraudulento y obsolescencia programada, ¿de acuerdo...?". "Claro, profe... Muchas gracias..."